De pícnic a l'internat amb Rita Hayworth


"De camino hacia el coche, después de que Darrell enseñara a sus padres todos los rincones de Torres de Malory, desde la vista en lo alto de la Torre Norte hasta el interior de su bien ordenado pupitre, la familia Rivers vio a Sally Hope. 
–¿No es esa Sally Hope? –preguntó la señora Rivers, deteniéndose–. Estoy segura de que es ella. Vi una fotografía suya en el salón de su madre el día que fui a tomar el té a su casa. 
–Sí, esa es Sally –confirmó Darrell–. ¿Quieres hablar con ella, mamá? 
–Es que tengo que darle un mensaje de parte de su madre –explicó la señora Rivers. 
Así que Darrell levantó la voz y la llamó: 
–¡Sally! ¡Sally Hope! ¿Puedes venir un momento? 
Sally tuvo que haber oído a Darrell, porque todo el mundo lo hizo. Pero, a pesar de ello, hizo oídos sordos. Avanzó decidida hacia un caminito que se abría paso entre los setos del paseo de la entrada y desapareció de la vista de todos. 
–¡Que se vaya a hacer puñetas! –exclamó Darrell–. Estoy segura de que me ha oído. Le he pedido que pasara el día con nosotros, mamá, pero se ha negado. 
–Vamos –dijo su padre abriendo la puerta del coche–. Seguiremos el acantilado y luego tomaremos una carretera impresionante que al parecer conduce directamente a una calita solitaria. Comeremos allí. [...] 
No tardaron en llegar a la playa, donde dieron cuenta de la mejor comida de la que Darrell había disfrutado en todo lo que llevaba de curso. Pollo frío y encurtidos... ¡encurtidos! En la escuela nunca había visto ninguno. Bandejitas de cartón rebosantes de ensalada fresca y salsa de mayonesa. ¡Delicioso! Pastel de mermelada y cortes de helado de chocolate. ¡Menuda comida! 
–Y zumo de arándanos para digerirlo todo bien –dijo la señora Rivers llenando los vasos–. ¿Te apetece más pollo, Darrell? Hay de sobras. 
Después de comer, llegó la hora de volver para asistir a la exhibición en la piscina. [...] 
Estaba siendo un día fantástico. Todo el mundo parecía estar de buen humor, y se oían bromas y chistes por todas partes. Incluso las dos Mademoiselles se paseaban cogidas de la mano, algo que no habían hecho en todo el curso. [...] 
A la hora del té, Darrell y Emily se ocuparon de mantener los platos de los mayores (¡y los suyos propios!) bien llenos de fresas y nata, y fueron a buscar montones de helado. ¡Qué comida tan espléndida habían tenido! ¡Y luego esa merienda! Además de las fresas y el helado, había bollitos, pasteles y galletas de todo tipo. ¡En Torres de Malory sabían hacer bien las cosas!" 
Enid Blyton (2013). Primer curso en Torres de Malory (trad. Mireia Rué). Barcelona: RBA (pàg. 152-156). 

Amanida de tomàquet amb seitons, ruca i envinagrats

Ingredients (per a 4 persones)

2 tomàquets Monte Rosa
200 g de ruca neta
10-12 seitons en vinagre
Olives negres d'Aragó
Cebetes envinagrades
Tàperes petites
Cogombrets en vinagre
4 Gildes

Rentem els tomàquets, els tallem en grills i els posem com a base del plat. Hi afegim al damunt les fulles de ruca i ho amanim tot amb sal i oli d'oliva.

Hi afegim els filets de seitons, les olives, el cogombre a rodanxes, les tàperes senceres i les cebetes tallades per la meitat i les Gildes al costat del plat. La servim al moment.

És una amanida molt senzilla, però molt bona, especialment per a qui li agrada el vinagre. La Gilda és un pintxo provinent del nord d'Espanya que té oliva, bitxo i anxova. El nom és en honor del personatge que feia la gran Rita Hayworth en la mítica pel·lícula de Charles Vidor. La raó suposadament és que la Gilda, el pintxo, és salada, verda i una mica picant, com el personatge de la pel·lícula.

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