Nous malèfiques a la tomba d'una 'belagile'

 
"Entró una última vez en la casa antes de irse. Fina Hidalgo estaba sentada a la mesa de su magnífica cocina, en la que había dispuesto café caliente, tostadas, mantequilla, tres o cuatro clases de mermelada y un cuenco de nueces. 
–¿Les apetece un café? 
Amaia no contestó, aunque vio el gesto de duda de algunos de sus compañeros, que seguramente se habrían tomado encantados una taza de café caliente y a los que contuvo con un gesto de su mano. 
La vieja enfermera sonreía afable. 
–¿Saben que el desayuno es la comida más importante del día? Un desayuno completo es necesario para empezar bien la jornada: pan, café y unas nueces –dijo tendiéndole un puñado a Amaia–. Son de mi propio nogal, no sea tímida, tómelas, ¿no?
Sus compañeros asistían a aquella representación conscientes de estar presenciando una suerte de juego de salón en el que competían ambas mujeres. 
Amaia se volvió hacia la puerta sin responderle. 
–Vámonos de aquí –dijo a su equipo–, y que nadie acepte comer nada de lo que les ofrezca esta mujer. [...]
Flora se levantó, tomó los dos vasos vacíos, los llevó a la cocina y se puso a fregarlos. Amaia la siguió. 
–¿Por qué dejas nueces sobre la tumba de Anne? 
–No lo entenderías. 
–Prueba. 
–Anne no era una chica como las otras, era excepcional en muchos aspectos, y ella lo sabía; tenía un gran dominio sobre los demás de un modo que no sabría explicarte.
Amaia pensó en cómo Anne había seducido a Freddy, en cómo tenía engañados a sus padres con su doble vida, en su estrategia para deshacerse del teléfono móvil al que Freddy la llamaba y que les había traído de cabeza durante la investigación, y recordó a la hermana de su madre adoptiva diciéndoles: «Era una belagile».
–Ella me contó lo de las nueces, me dijo que simbolizaban el poder femenino que durante siglos las mujeres habían ejercido en Baztán, que podía concentrarse en modo de deseo en una pequeña nuez y que ella sabía cómo usarlo... Sólo eran fantasías de adolescente, ya sabes, a todas les gusta sentirse especiales, Amaia, pero ella lo creía, y cuando estaba con ella, yo también. Decía que esa energía no terminaba con la muerte, y me gusta pensar eso, que de alguna manera la energía de Anne se concentra en esos frutos que ahora son lo único que me une a ella, lo único que le puedo llevar para que su voluntad siga viva en su interior. 
–¿Y tan terrorífico te resulta lo que pudiera haber en su alma que no puedes ni tocar la nuez? 
Flora no contestó." 
Dolores Redondo (2014). Ofrenda a la tormenta. Trilogía del Baztán 3. Barcelona: Destino (208, 486-487).
Em quedava pendent fer un post de la tercera part de la trilogia del Baztán (si voleu veure els de la primera i segona part: Un 'asado' en el Baztán i Impressionarem el jutge amb aquesta sopa) i, després de llegir el llibre, creia que havia de fer alguna recepta que portés nous per la càrrega simbòlica que tenen en la història de la inspectora Amaia Salazar i per rescabalar una mica aquesta fruita seca de totes les maldats que se li atribueixen. Així que em vaig decidir per fer alguna cosa ben dolça que hi contrastés i vaig recordar que temps enrere a casa ens vam aficionar als brownies (que la meva filla volia que fes sense nous, aixxx!).


Brownies de xocolata amb nous

Ingredients (8 p.)

200 g de mantega
125 g de farina
225 g de sucre
150 g de xocolata per fondre
4 ous grossos
5 g de canyella molta
5 g de sucre vainillat
75 g de nous a trossets petits

Triturem les nous en una picadora i les reservem.

Fonem la xocolata al bany Maria. Quan està quasi fosa, s'afegeix la mantega tallada a daus i ho fonem tot junt.

Batem els ous i hi afegim el sucre. Ho batem tot junt amb la batedora fins que quedi ben integrat. Ho afegim al bol de la xocolata i ho tornem a batre. Hi afegim la farina tamisada, la canyella i el sucre vainillat i finalment les nous trossejades.

Preescalfem el forn a 180ºC. Aboquem la mescla en un motlle de silicona o un de tradicional folrat de paper vegetal. Ho posem al forn amb calor a dalt i a baix uns 25-30 minuts.

Ho deixem refredar. Ho tallem a quadrats i ho servim acompanyat d'una bola de gelat de vainilla.


Fonem la xocolata al bany Maria i quan estigui quasi fosa hi afegim la mantega a daus

El procés és molt ràpid, així que val més tenir tots els ingredients a punt

Afegim els ous batuts amb sucre a la xocolata i ho aboquem al motlle

Ho coem al forn a 180º uns 25-30 minuts

Comentaris

  1. boníssims! aixxx, quina por que m'has recordat amb aquest retaç del llibre!

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